Te aterraba el quirofano. Cien menos dos y moriste un tiempo.
El Cirujano contempla tu herida: entreabierta, exhibiendo la mayorìa de tus òrganos hipòxicos.
Primero, arrancar de raìz toda huella del extraño.
Despuès, en gritos despertar.
Èl, en silencio, armarà lo que tù afanosamente te empeñas en quebrar...
¨Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.¨ (Romanos 12:12).
2 comentarios:
Te quedo muy padre este post, aun pareces Médica... jajaja, ntc.
Me gusto más este azul para tu blog, desde hace un año para aca, odio mucho ese color; pero de eso al gris mata curas que usabas... Creeme... GRAN DIFERENCIA jejeje.
Ok...para que no te deprimasss le cambio el color...la vdd es que a mi tambien me estaba empezando a deprimir!
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