Muchas veces damos las cosas por sentado, peor aún, lo hacemos con las palabras y con los mundos que detrás las sustentan. Que la palabra retumbe…o que sola nazca sin que la evoquen.
No es el que cumple una lista de reglas sino el que por amor anhela hacer la voluntad de su Padre…
El que entre más conoce e intima con Él, hace las cosas conforme a Su Palabra y no bajo su criterio, siempre insuficiente y errado…
El que camina seguro pues sabe que es amado…
El que ahora encuentra el mundo triste y en un recóndito espacio de su corazón es un simple niño deseoso de llegar a Casa…
El que no logra entender por qué la gente, necia y reacia, no se hace de la fórmula en Cristo para encontrar por fin verdadera libertad…
El que llora en las noches cuando se sabe escuchado, consolado y animado en oración…
El que se aferra a las promesas y en paciencia ve llegar el dìa en que las comprueba cumplidas…
El que un día despierta y ve más allá de ética y moral…ve a Cristo morando…
Cristiano no es el que sabe de Jesús, sino el que EN Él es.
5/29/2007
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